Caemos finalmente
tu mano abandonó la mía
y el terciopelo de las alas del cuervo
su dócil hosquedad en mi garganta
El sueño respira
el sueño grazna
Nos acercamos a la muerte
nuestra huella en el estaño
perfila insectos combativos.
Lisas rocas bordean la playa de areniscas
grandes placas rojizas y doradas
la transparencia
fina tela emulando un balanceo
jamás bebemos el agua del estanque
pese a esta claridad ámbar
esta pureza innegable.