
Llevada a la lengua náhuatl por el poeta Natalio Hernández y Zósimo Hernández Ramírez, la Carta Magna comenzó a ser traducida en 2008 y ha quedado lista para ser distribuida en más de diez comunidades indígenas del país.
La iniciativa fue encargada por la Comisión Especial Encargada de los Festejos del Bicentenario de la Independencia y del Centenario de la Revolución Mexicana del Senado de la República y a recomendación del profesor emérito de la UNAM, Miguel León-Portilla, se encargó el trabajo a Hernández, uno de los fundadores de la Casa de Escritores en Lenguas Indígenas y de la Asociación de Profesionales Indígenas.
Hernández señala que la traducción de la Constitución al náhuatl es un “hecho trascendental”, pues se trata del documento en el que se sustenta la nación mexicana que ahora ha sido llevado a “la lengua mexicana original”.