jueves, 24 de mayo de 2018

¿El Premio Aguascalientes en náhuatl?

#Ayuujk: ¿El Premio Aguascalientes en náhuatl?

#Ayuujk es el blog semanal de  Yásnaya Aguilar Gil en el diario Este País.



Abres una antología de poesía mexicana. Los poemas están todos en castellano. Tal vez, con suerte, algunos poemas de Netzahualcóyotl en una sección llamada, sospechosamente “Literatura prehispánica”. Antología de poesía mexicana en castellano, debería aclarar, en castellano. La literatatura mexicana debe ser multilingüe o no ser.  esde hace ya mucho tiempo, además de las variadas tradiciones poéticas propias de cada lengua indígena, diversos autores han escrito en estas lenguas utilizando los géneros literarios propios de la tradición poética occidental. Se ha escrito, y se escribe,  poesía en zapoteco del Istmo desde hace más de cien años, por mencionar uno de los ejemplos más prolíficos; se escribe cuento, ensayo y también novela policiaca en una gran diversidad de lenguas que se hablan en este país.

Sin embargo, hasta ahora, los premios nacionales de literatura se habían otorgado sólo a las obras escritas en castellano. Con el tiempo, calcando estos mismos sistemas de validación se fueron creando premios y convocatorias específicas para la producción literaria en lenguas indígenas. Así surgió el Premio Netzahualcóyotl para la producción literaria en lenguas indígenas mexicanas, el Premio de Literaturas Indígenas de América que se entrega en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara y el Premio a la Creación Literaria en Lenguas Originarias Cenzontle para la producción en lenguas indígenas en la Ciudad de México.

La división entre premios a la producción literaria en castellano y otros, como los mencionados anteriormente, dedicados a lenguas indígenas me ha parecido siempre problemática. Si asumimos que no existe “progreso” en la literatura, entonces tal división es irrelevante, el hecho de que la escritura literaria del tipo occidental sea reciente en estas lenguas no significa nada en términos de calidad.  Los poemarios en lengua me’phaa de Hubert Martínez Calleja (de los primeros poemarios publicados en esta lengua) pueden participar para un premio literario nacional entre poemarios escritos en castellano, zapoteco o maya. Si el país es multilingüe los premios literarios también deberían serlo.  

Dado que la categoría “lengua indígena” hace referencia al estatus político de estas lenguas y no a mecanismos lingüísticos y  poéticos compartidos, entonces, o bien se instituyen premios para lenguas relacionadas entre sí (como el premio que otorga el Centro de las Artes de San Agustín, en Oaxaca, a la creación literaria en lenguas zapotecas) o bien los premios literarios en este país  se entregan a la producción realizada en cualquiera de las lenguas mexicanas, incluido el castellano.

La situación actual está a punto de cambiar, en el marco del Día Internacional de la Lengua Materna, en febrero pasado, Geney Geney Beltrán Félix, titular de la Coordinación Nacional de Literatura del Instituto Nacional de Bellas Artes anunció que a partir de esa fecha los premios Bellas Artes de literatura, entre ellos el Premio Aguascalientes de poesía, podrán ortorgarse a la creación literaria en cualquiera de las lenguas del país.

Me parece que esta nueva situación generará dinámicas bastante interesantes, desde la elección de los jurados (que esperemos se elija también un jurado multilingüe para cada premio) hasta la manera en la que los prejuicios, situaciones particulares de cada lengua y el desconocimiento que hay en general sobre la función poética en lenguas distintas a las occidentales influirán en la elección. Esta inclusión abre un debate necesario.

Más allá del sistema de premios, aún hay una dinámica lingüicida contra las lenguas indígenas en el país y sus hablantes, la creación de lectores en estas lenguas, por motivos políticos y a causa del racismo estructural, sigue siendo uno de los mayores retos. Sin el trabajo de base necesario con las comunidades de hablantes, la inclusión de las lenguas indígenas en los premios nacionales de literatura puede convertirse tan solo en un ejercicio de validación simbólica desde el estado. Mientras la alfabetización en lenguas indígenas esté lejos de estar garantizada, producir, y leer, literatura escrita en estas lenguas tendrá implicaciones políticas profundas.

Por otro lado, ¿qué sucede con las tradiciones poéticas en diversas lenguas indígenas que no podemos llamar literatura y que están muriendo con las lenguas? Ésa es otra discusión necesaria.

Yásnaya Aguilar Gil

Fuente: Este País