miércoles, 13 de enero de 2010

Pugnan escritores indígenas por ser imaginativos y explorar “la riqueza del lenguaje de la vida”

Periódico La Jornada
Martes 15 de diciembre de 2009, p. 8
San Cristóbal de Las Casas, Chis. Uno de los cambios más notables que se observa en la cultura de Chiapas está en el terreno de la creación literaria en lenguas indígenas.
Enrique Pérez López, escritor en lengua tzotzil del pueblo de Chenalhó, escribía en 1992: “No debemos concretarnos únicamente en la recopilación y escritura de los relatos, historias, costumbres y tradiciones de nuestros pueblos; sino que nuestra labor debe ir más allá: el escritor indio debe ser creativo, imaginativo y explorador de la riqueza del lenguaje de la vida y del sentimiento, de las necesidades y satisfacciones, de las alegrías y tristezas de nuestros pueblos”.

Enrique es actualmente el director del Centro Estatal de Lenguas, Arte y Literatura Indígenas (CELALI), que surgió en 1997, fundamentalmente como resultado de los Diálogos de San Andrés Larráinzar. Todos sabemos que a partir de 1994 se manifiesta la participación política de las comunidades, los indígenas comienzan a valorar la enorme riqueza de su cultura, a valorarse a sí mismos.

“Antes era solamente la tradición oral, los temas eran la naturaleza, los cerros; en cambio, después de 1994 los temas son más sociales”, afirma Marceal Méndez, escritor en lengua tzeltal, de Petalcingo, y coodinador del Seminario de Composición Literaria, organizado por el CELALI. Ejemplifica con la poesía tzotzil de Ruperta Bautista: “Dices que buscas justicia pero golpeas a la humanidad,/ quieres igualdad y escalas a través de los humildes,/ prefieres volar pero cortas alas ajenas,/ quieres la paz pero siembras odio y guerra/ Señora Chulti, ¿por qué no deja de decir?” (Chulti, mentira en idioma tzotzil).