lunes, 1 de marzo de 2010

Vivas, aplausos y canto en el homenaje a Carlos Montemayor

Una parte de las cenizas del escritor Carlos Montemayor, fallecido este domingo, serán esparcidas en su natal Parral, Chihuahua. Otras tantas se distribuirán en la sierra de Guerrero, en algunos de los escenarios que el autor describe en su novela Guerra en el paraíso, basada en la guerrilla de Lucio Cabañas.

Esos fueron los deseos del también poeta y tenor, quien luego de enterarse de su enfermedad, hace apenas cuatro meses, “tuvo tiempo de planear muchas cosas, entre ellas, negarse a recibir reconocimientos institucionales”, señaló su esposa, Susana de la Garza, durante el sencillo pero multitudinario y emotivo homenaje que le rindieron a Montemayor sus colegas de la Academia Mexicana de la Lengua (AML).

Dejó la semilla para cambiar al país
Alejandra Montemayor agradeció en nombre de su familia a los presentes el estar ahí acompañándolos y pidió “que las semillitas que dejó mi papá por todos lados, las hagamos crecer. Hay que seguir luchando por cambiar este país, ¡por favor!” Un minuto de aplausos fue el corolario a esas palabras, seguido por el grito de un hombre: “¡Viva Carlos!’’