“Maestro”, “inmenso” y “complejo” son algunos de los
calificativos con los que varios poetas y escritores guatemaltecos se refieren
a Humberto Ak’abal, quien falleció el lunes último.
Por Kimberly López
La noche del lunes último sorprendió a la literatura
guatemalteca. La muerte de un poeta destacado en Guatemala no deja de generar
tristeza y conmoción. De esta forma reaccionaron algunos colegas y amigos
cercanos al destacado escritor.
Javier Payeras, poeta y también amigo de Ak’abal, explicó que estaba en proceso el montaje de
una obra de teatro en honor a la obra de Ak’abal. Con la intención de reconocer
su aporte a la poesía, se tenían previstas varias actividades culturales para difundir
sus poemas, como lecturas y la publicación de una selección de versos.
“Humberto estaba muy contento, muy entusiasmado”, comentó
Payeras.
El proyecto tendría como objetivo hacer homenaje a la
trayectoria de Ak’abal, con una presentación en el Centro Cultural de España,
ubicado en la ciudad de Guatemala, y
también en Momostenango, Totonicapán, lugar en donde nació el poeta.
El montaje de la obra estaría a cargo del proyecto artístico
Caja Lúdica y la presentación se llevaría a cabo en marzo de este año.
“También teníamos pensado que en marzo Humberto hiciera una
lectura de sus poemas con niños”, agregó el escritor.
Al mismo tiempo estaba en marcha la publicación de una
selección de poemas, con la editorial Catafixia.
Detener o apresurar estos proyectos es una decisión que aún
no definen los organizadores de la actividad. “Tendremos que replantear esta
obra, pero ahora con mayor razón nos nace hacer un homenaje”, dijo Payeras.
Homenaje en Filgua 2019
La muerte del poeta coincide con el homenaje que se tenía
previsto para él en la XVI Feria Internacional del Libro en
Guatemala (FILGUA) de este año.
Desde el año pasado, el Ministerio de Cultura y Deportes
divulgó que la edición del 2019 se
celebraría del 11 al 21 de julio de 2019, que tendría como Invitado Especial al
Estado de Chiapas, México y sería dedicada al poeta Humberto Ak’Abal.
Según el presidente de la Gremial de Editores, Philippe
Hunziker, Ak’abal estaba enterado desde el año pasado del homenaje que se
realizaría en su nombre.
“Habíamos tenido comunicación con él y había recibido la
noticia con entusiasmo. Lamentamos tener que hacer el homenaje sin él”, agregó.
No obstante, los organizadores rendirán tributo a su trabajo
y a su aporte en las letras guatemaltecas.
Poeta de “raíces profundas”
“Al inmenso Ak’ abal lo va a reclamar el fuego, lo llamarán
las piedras y los ríos, nacerá una nueva familia de pájaros que cantarán con su
voz de poeta de la tierra”, escribió el poeta guatemalteco Julio Serrano, al
enterarse del fallecimiento de un “maestro” y un escritor que, a su criterio,
fue “luz fundamental” en Guatemala.
Según Serrano, “su
voz fue de las grandes voces de Mesoamérica para todo el planeta. En muchas
maneras él representa el pensamiento y sentido de las raíces más profundas de
la humanidad desde este territorio, desde su idioma el quiché, y desde su
pueblo, Momostenango”.
Y es por esas razones, comentó Serrano, que “su palabra es y
será siempre una declaración de vida por sobre las sombras del racismo, la
injusticia y la miseria humana”.
La voz que cantó en nombre del pueblo
Al igual que Serrano, la poeta Vania Vargas, dedicaron
algunas letras al poeta k’iche’.
Será difícil entender el agujero que el poeta deja en medio
de una realidad que buscó denunciar y retratar en sus versos, sin la intención
de ganar la simpatía de otros. Y es que su poesía fue, a criterio de Vargas,
“una voz solitaria que se levantó y cantó en nombre de todo un pueblo”.
“El mundo se ha quedado mudo”
Respeto pero también mucho afecto es lo que predomina en
aquellos que tuvieron la oportunidad de conocerlo y homenajearlo en vida.
En palabras de la escritora Carolina Escobar Sarti: “El
mundo se ha quedado mudo porque te fuiste”.
Sin embargo, “queda tu poesía, querido Humberto”.
“Hoy estamos tristes, en el momento en que Humberto surge
mucha gente de los cánones literarios más reconocidos decía que el no era un
poeta y poco a poco continuó con su
propio estilo dotando a la poesía de esas imágenes fabulosas”, recordó Escobar.
La escritora insiste en que el aporte de Ak’ abal fue
colocar al país en donde ninguna otra persona ha podido. “Cuando uno entraba a
su poesía, empezaba a entender la realidad nacional”, recalcó.
Su obra
El primer poemario de Ak’abal fue El animalero, publicado en
1990. A lo largo de su obra, Ak’abal se
refirió simbólicamente a la construcción del sujeto indígena, en medio de un
contexto histórico-cultural.
Muchos de sus poemas abordan ese contexto con un tono de
denuncia y lamento.
Además, el poemario Ajkem Tzij o Tejedor de palabras (en su
traducción al español) fue editado por
la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la
Cultura (UNESCO) en 1996.
Su libro “Guardián de la caída de agua” recibió una
nominación a Libro del Año en 1993 y recibió el galardón “El Quetzal de Oro APG
1993” otorgado por la Asociación de Periodistas de Guatemala.
Sin embargo, su obra no se limita a la poesía. Entre sus
publicaciones, Ak´abal acumuló cuentos, ensayos y antologías.