- Esa es una de las expresiones más elevadas de la lengua y la cultura: Bokova
Notimex
Publicado: 20/03/2012
México, DF. La poesía es una de las expresiones más elevadas de la lengua y la cultura. Es la libertad absoluta del verbo y la creación, parte constitutiva de la identidad y también, ingrediente capital de la construcción de nuestra identidad personal, como la música, la danza o las artes plásticas.
Así se expresó la señora Irina Bokova, directora general de la UNESCO, en su mensaje con motivo del Día Mundial de la Poesía que se celebrará este 21 de marzo.
La poesía contribuye a esta diversidad creativa, al cuestionar de forma renovada la manera en que usamos las palabras, nuestro modo de percibir e interpretar la realidad. Merced a sus asociaciones y metáforas y a su gramática singular, el lenguaje poético constituye otra faceta del diálogo entre las culturas, añadió.
Bokova señaló que la poesía crea diversidad en el diálogo y libre circulación de las ideas por medio de la palabra, creatividad e innovación. “Es evidente que el Día Mundial de la Poesía es también una invitación a reflexionar sobre el poder del lenguaje y el florecimiento de las capacidades creadoras de cada persona”.
De acuerdo con un documento emitido por ese organismo multinacional, cada año, el 21 de marzo, la UNESCO celebra el Día Mundial de la Poesía.
La decisión fue adoptada durante la 30ª reunión de la UNESCO celebrada en París en 1999, por lo que anima a las naciones organizadas a unirse a la celebración.
Según la UNESCO, el principal objetivo es ayudar a sostener la diversidad de los idiomas a través de la expresión poética y dar a los que están amenazados la posibilidad de expresarse en sus comunidades respectivas.
Por otra parte, este Día tiene como sustancia apoyar la poesía a través de diferentes mecanismos.
Por ejemplo, la vuelta a la tradición oral de los recitales de poesía, promover su enseñanza, el restablecimiento del diálogo entre ese género con el teatro, la danza, la música, la pintura y otras disciplinas, el apoyo a los pequeños editores y crear una imagen atractiva de la poesía en los medios de comunicación.
La UNESCO anima, así, a los Estados Miembros, a tomar parte en la celebración de este Día con la participación de las Comisiones Nacionales, ONGs e instancias públicas y privadas como escuelas, ayuntamientos, grupos poéticos, museos, asociaciones culturales, editoriales, autoridades locales y público general.
Durante su 30 reunión, en París en octubre-noviembre de 1999, la Conferencia general de la UNESCO decidió de proclamar el 21 de marzo, como el Día Mundial de la Poesía. Tras haber analizado pormenorizadamente la situación de la poesía en ese final de siglo, se enunciaron algunas consideraciones.
Entre ellas, se dijo que en el mundo contemporáneo hay muchas necesidades insatisfechas en el terreno de la estética, mismas que puede atender la poesía en la medida en que se reconozca su papel social de comunicación intersubjetiva y siga siendo un instrumento de despertar y de expresión de toma de conciencia.
Otra consideración expuesta en ese 1999 establece “que existe, desde hace 20 años (ahora, en 2012, son más de 30 años) un verdadero movimiento en pro de la poesía, habiéndose multiplicado las actividades poéticas en los distintos Estados Miembros, aumentado con ello el número de poetas”, lo cual es real.
Según la UNESCO, se trata de una necesidad social que impulsa en particular a los jóvenes a volver a las fuentes constituyendo para ellos un extraordinario “medio de interiorización, consiguiendo que el mundo exterior los atraiga irresistiblemente hacia un conocimiento más profundo”.
“Además, el poeta, en su condición de persona, asume nuevas funciones, ya que los recitales con lectura de poemas por los propios autores son cada vez más apreciados. Este reconocimiento de los valores ancestrales es una vuelta a la tradición oral y la aceptación del habla como elemento socializador”, señala.
En otra parte del comunicado oficial, se lee que “existe una tendencia en los medios de comunicación y el público en general a negarse a no valorar el papel del poeta. Sería útil actuar para librarse de esta imagen trasnochada, y conseguir que a la poesía se le reconozca “derecho de ciudadanía” en la sociedad.